A vegades no saps el perquè però la casualitat fa que, per conductes diferents, s’ajuntin informacions i documentacions que busques, trobes o rebs. Això és el que m’ha passat en aquesta ocasió. I m’explico:
- un dia, buscant per la pàgina web de l’arxiu municipal de Torelló, vaig trobar que els constava un arxiu fotogràfic del Ramon Vinyeta. Em vaig posar en contacte amb l’arxivera municipal, la Gemma Carretero, que molt amablement em va donar totes les facilitats per veure’l. Es tracta d’una colla d’àlbums fotogràfics -crec recordar que entre 12 i 14- que el mateix Ramon Vinyeta va preparar, i regalar, a l’Ajuntament de Torelló. El seu contingut és un aiguabarreig de fotografies sobre aconteixements, esdeveniments, racons… de Torelló i els seus voltants. Molta diversitat temàtica. De fet, tal com era Ramon Vinyeta, que davant de qualsevol fet diferenciat que passava al poble i rodalies, el trobaves a n’ell a punt, amb la seva inseparable màquina de fotografiar. El conjunt de documents fotogràfics és d’una qualitat i diversitat extraordinària.
I vaig demanar a la Gemma la còpia d’una selecció concreta d’aquestes fotografies tot pensant que em podrien ser d’utilitat per temes relacionats amb el bloc. Després dels tràmits oficials corresponents, les vaig poder tenir degudament escanejades.
- un altre dia, em vaig assabentar que l’any 1950 s’havia publicat un interessant relat de Ramon Vinyeta relacionat amb els darrers habitants de la bauma del Teixidor, a prop de Santa Maria de Besora. Concretament en el Butlletí de la Secció de Muntanya del Centre Excursionista de Catalunya, en la seva edició nº 11 del setembre de 1950.
Em vaig posar en contacte amb aquesta important institució relacionada amb el món excursionista i molt amablement em van facilitar aquest article, degudament escanejat.
I la sorpresa va ser que quan el vaig llegir, instantàniament vaig lligar el relat que tenia als dits amb unes fotografies de les que havia seleccionat a l’arxiu de Torelló. Tenia les fotografies que el Ramon Vinyeta va fer el dia 27 de juny de l’any 1949 en la seva visita a la bauma del Teixidor que va servir per fer el relat publicat.I per a qui li interessi seguir amb el que explico, crec que l’ordre primer és llegir l’escrit, i després mirar les fotografies:
transcripció relat Ramon Vinyeta
TROGLODITAS EN LA SIERRA DE MILANY. Un curioso estudio de Geografía Humana
En el corazón de la Sierra de Milany, en uno de sus lugares más abruptos y poco frecuentados, existe una familia de payeses que habitan en una cueva o “bauma” en las mismas condiciones, en algunos aspectos, que reinaban en los tiempos del hombre primitivo.
En el transcurso de nuestras correrías por la Sierra de Milany, repleta de atractivos de toda especie, nos entretenía, preferentemente, disfrutar de los dilatados panoramas que desde sus cimas se contemplan, gozando de la belleza de sus paisajes, ora armoniosos y placenteros, ora salvajes de tétrica estructura. Las ruinas del castillo, derrumbándose cada vez más, el característico peñasco de Llaers, la grandiosa haya de las Tombes, las cascadas de Tavérnolas y las espesuras que rodean el Barretó, eran los objetivos preferidos. Nunca, sin embargo, a pesar de conocer su existencia, habíamos visitado las “baumes” habitadas existentes entre el Teixidor y la masía de Milany. Y he aquí que, recientemente, concretamente el día 27 del pasado junio, tuvimos la oportunidad de visitar detenidamente la única de las “baumes” habitadas hoy en día. Fruto de aquella visita, son las impresiones que ofrecemos al lector.
Toda la vertiente meridional de la Sierra de Milany, está cruzada por unas fajas de acantilados que, en dirección sensiblemente horizontal y formando escalonamientos en algunos lugares de considerable elevación, se extienden algunos kilómetros, adaptándose a las sinuosidades del terreno y obligando a los caminos a seguir un difícil trazado para salvar algunos puntos, de otro modo inaccesibles.
En muchos lugares de estas fajas de acantilados, se han formado cavidades naturales y “baumes” de gran tamaño, que, orientadas hacia el mediodía y teniendo en su proximidad tierras fácilmente cultivables y grandes espacios ricos en pastos, eran ya en tiempos prehistóricos lugares habitados, escogidos por sus inmejorables condiciones de defensa, tanto de las condiciones atmosféricas como de los animales feroces, muy abundantes en aquella época primitiva. Estas cuevas naturales habitadas, han resistido el paso de los siglos y aun hoy en día son utilizadas, a pesar de que en la misma comarca y no muy lejanas de su emplazamiento existen masías que después de abandonadas se van transformando lentamente en montones de ruinas.
Hablaremos pues, concretamente, de la “Bauma del Burbau o del Teixidor” (término de Llaers) la única habitada y la más accesible del grupo de cuatro que allí existen. Las tres restantes “La Baumassa”, “La Baumeta” y “Els Fleus” han sido abandonadas recientemente. Más cercanas, en las proximidades de Besora, se abren las “baumes” llamadas “dels Ferrers”, más conocidas y visitadas por su proximidad y haber sido teatro de hallazgos prehistóricos, en el curso de unas excavaciones allí efectuadas. Estas “baumes” fueron abandonadas anteriormente a las otras que hemos referido.
La “Bauma del Burbau” está situada a 995 mts. de altitud, formada por grandes bloques de piedra, por encima de los cuales transcurre una torrentera que nace entre el Castillo de Milany y la Ermita de la Calm. Cuando el torrente baja crecido forma un cortinaje de agua por delante de las edificaciones de la “bauma”, creando un espectáculo de singular belleza. En invierno, cuando la temperatura baja algunos grados bajo cero, el agua al caer forma columnas de estalactitas y estalagmitas aumentando la maravilla del espectáculo.
La cavidad o “bauma”, tiene una extensión de unos 80 metros, con una profundidad variable de 3 a 20 y una altura de 15 metros en la parte exterior, que va reduciéndose a medida que se acerca a las extremidades. La parte habitada, se halla en el extremo oeste, más resguardado y en la parte opuesta se hallan los apriscos para el ganado lanar, que son de considerable capacidad. En la parte central hay otros cercados para cerdos y vacas y un amplio espacio escalonado para guardar la hierba, la paja, la carreta y otros utensilios de labranza. La habitación humana, está formada por siete departamentos, tres de los cuales tienen ventilación al exterior. Los muros son de piedra y cal, con un espesor de 40 cms. Naturalmente, el pavimento y el techo son de roca viva, con una distancia entre ellos que oscila de 1’80 a 3 mts. lo que permite moverse con comodidad.
Contemplada desde cierta distancia, la “bauma” adopta la forma de un gran escenario natural. Aunque de momento, la vivienda humana da la impresión de ser muy reducida, se ha de tener presente que a ambos lados tiene amplios espacios disponibles, completamente a cobijo de lluvia o viento y que, por lo tanto, tiene equivalente utilidad a otras edificaciones de una “masía” corriente. El gráfico y el grabado adjunto, nos ahorrarán una más larga explicación sobre la estructura y distribución de esta curiosa vivienda.
La familia que la habita, está constituida por un matrimonio y dos hijos, un muchacho y su hermana. Esta tiene perturbabas las facultades mentales, grave desgracia que se ha de añadir a otras muchas sufridas por esta familia. El muchacho, por el contrario, es muy despierto. Cuando nosotros llegamos allá, estaba fumando en pipa, costumbre que tiene desde la edad de cuatro años; entonces se lo recomendaron para curarse de “cucs” (lombrices).
Suponíamos que los habitantes de la “bauma” serían gente áspera y de poco trato. Nos habíamos equivocado, ya que todos ellos son de carácter cordial y alegre. El chiquillo nos mostró todas las dependencias y aceptó sin remilgos tabaco para su pipa. El amo nos explicó más tarde su forma de vivir dándanos toda clase de detalles.
La familia posee gran cantidad de aves de corral, y se dedica también a la recría de cerdos. (Tienen también una mula). El ganado lanar está solamente confiado a su custodia, pues pertenece a una “masía” vecina. Las tierras de labor, equivalentes a seis o siete “quarteras”, se extienden a cada lado del torrente, formando campos escalonados. Al pie de la casa, cultivan un poco de huerta, fácilmente regable mediante el agua del torrente. También crecen numerosos árboles frutales, perales, manzanos, cerezos, etc. La traída de aguas para las necesidades de la casa, se hace de manera muy curiosa y por tres sistemas diferentes. Cercana a la casa, y en un paraje que semeja una gruta, se recoge el agua que resbala por una piedra y por medio de unos canalillos se la traslada a limpios depósitos. Los otros dos sistemas proporcionan el agua con más abundancia. A pocos metros del portal y desde tiempo remoto, hay un depósito natural de unos 800 litros de capacidad, que se llena con el agua caída del acantilado una vez desviado oportunamente el curso del torrente. Por último, también se coge el agua, directamente de la cascada, por medio de una gran plancha de hoja de lata, en forma de embudo y trasladándola a unos recipientes de cobre, por un tronco de árbol vaciado en forma de canal.
Las condiciones de temperatura en el interior de la “bauma”, constituyen una de sus más apreciables ventajas. De igual forma que, en apariencia, el agua de los pozos es fría en verano y tibia en invierno, la temperatura del interior refleja bien poco las variaciones que al paso de las estaciones del año, se observan al aire libre. En verano, el sol no penetra al quedar detenidos sus rayos por el saliente del acantilado. En invierno, al ser la órbita del sol más baja, queda todo el interior soleado durante todo el día, creándose una temperatura muy agradable. Por esta causa, la ropa de cama que utilizan, es igual en una que en otra estación.
La distribución del trabajo se efectúa de la siguiente forma: El colono cuida de la tierra y en los días en que este trabajo no es necesario, actúa de jornalero en alguna casa vecina, especialmente en el Teixidor. En invierno, cuando la actividad de la tierra es nula, por efecto de la nieve y lluvia persistente, sus conocimientos del oficio de carpintero le permiten dedicarse a la reparación de utensilios de trabajo, y construir otros de nuevo. Por ejemplo, la carreta es de construcción propia. Generalmente el sábado acude al mercado de Ripoll, donde vende los productos sobrantes y efectúa compras.
La mujer cuida del trabajo doméstico y de su hija deficiente. El muchacho se ocupa del rebaño y su pastoreo, así como actúa de auxiliar de sus padres.
Las obligaciones de orden religioso, la familia las observa en la parroquia de Llaers, distante unos 40 minutos.
Hecha esta descripción, hay que convenir con toda evidencia que en una excursión por la sierra de Milany, que tantas bellezas encierra, es siempre interesante incluir una visita a la Bauma del Burbau, en la cual se desarrolla una vida familiar, que en determinados aspectos, poco ha variado de los tiempos primitivos.
La acogida complaciente que dispensan sus moradores, es otro de los recuerdos que se conservan de esta visita y excursión por la sierra de Milany.
Ramón Vinyeta
fons Ramon Vinyeta, amb peu de foto original
I si voleu conèixer i passejar per la bauma, aqui teniu l’enllaç amb una caminada que us portarà fins aquest magnífic paratge de la Bauma del Teixidor.
Caram Antoni, bona tasca de recerca. Quin article més bonic de en Vinyeta, una redacció que malauradament avui ens es desconeguda. I les fotos…. una cucada.
Records i salut.
Jordi Beneyto
Fantàstica entrada.
A una de les fotos surt el meu avi, en Ramon Reig.
Enhorabona
Durant una ruta que he fet amb bicicleta de muntanya de varios dies, quan em dirigia de Ripoll a Vic, sortosament, em vaig equivocar de camí i, sense voler, vaig anar a parar a la Bauma del Teixidor. He dit sortosament doncs ja era vespre i es va posar a ploure bastant, de manera que m'hi vaig aixoplugar i vaig passar la nit dormint al "magatzem" (segons el plànol del dibuix). Anava preparat per passar les nits a fora i és clar, no va fer falta muntar la tenda!!
Puc assegurar que és veritat el que explica en Ramon, doncs la temperatura de la cambra no tenia res a veure amb la de fora, vaig està ben calentó!! A més el silenci i la obscuritat eren totals. No es sentia que encara estava plovent. Malgrat ser l'agost (2015), havia refrescat bastant, calculo que la temperatura devia ser d'uns 12º (l'endemà al matí al començar a pedalar el GPS marcava 10ºC!!).
Va ploure fins a baixar un petit raig d'aigua des de la visera de la bauma.
M'ha agradat moltíssim aquest article per conèixer els darrers habitants de la bauma i la història d'aquest indret fantàstic. Gràcies per publicar-ho!!
Joan